Segundo.
Día.
De enero.
Y lo inicio corriendo. Hemos vuelto al trabajo. La Editorial pareciera colapsarse por la cercanía de los cierres. Los ánimos siguen algo abatidos luego de la muerte de Switch. No sé si sea el único, pero he pensado en cavar su tumba en el jardín de la casa en Polanco y en su lápida grabar la imagen de las 134 portadas que marcaron su historia editorial.
Mejor correr. A donde sea. En una banda sin fin que registra la velocidad de cada paso, el pulso, las calorías. En este segundo día de enero. Frío y extraño en una Ciudad de México que aún parece despoblada.
Hace 2 años